jueves, 13 de mayo de 2010

Biodiversidad Parte III: Caprichos y fantasías de la evolución y de la diversificación de las especies


SE ORGANIZARÁN ACTIVIDADES DURANTE EL AÑO INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD, A EFECTOS DE PROMOVER LA PROTECCIÓN A LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA, Y PARA ALENTAR A GOBIERNOS, ORGANIZACIONES, INSTITUCIONES, EMPRESAS, E INDIVIDUOS, A TOMAR MEDIDAS DIVERSAS PARA EN ALGUNA FORMA REDUCIR LA PÉRDIDA CONSTANTE DE LAS ESPECIES ACTUALMENTE ENDÉMICAS

El primer mamífero aparecido en el planeta fue un animal ovíparo, es decir, un animal cuya descendencia completa su formación en huevos fuera del cuerpo materno.

Entre este ser y los mamíferos actuales existen dos interesantes y extraños eslabones supervivientes de enlace, representados por dos mamíferos ovíparos australianos: el ornitorrinco, y el equidna o echidna.

El primer mamífero conocido era carnívoro y del tamaño de una zarigueya. La nueva forma, tenía sin duda alguna misteriosa virtud, ya que de un ser tan humilde se originaron y surgieron, en el transcurso de los tiempos, tanto los antecesores de las ballenas y demás cetáceos, como del oso polar, del tigre siberiano, de los monos de los trópicos, del camello de los áridos desiertos, del mamut del período glacial, del modesto ratón de campo, y de ese grupo originario y a través de sucesivas transformaciones, por último surgieron también unos advenedizos, los homínidos y el hombre actual.


Hacia el mismo tiempo que surgían y se modelaban estos nuevos seres, aparecieron también los famosos pterosaurios, o reptiles voladores.


Estos extraños reptiles alados, tenían dientes para soportar su régimen carnívoro, y su piel era coriácea y escamosa, y desprovista por completo de plumas.

Estos estrambóticos seres aéreos, representan una nueva maravilla con que nos sorprende el caleidoscopio de la vida orgánica animal.

Henos aquí de nuevo, ante un animal que parecía estar dotado de un poder suficiente y novedoso, para modelar su propio perfeccionamiento y para salir victorioso en la batalla de la vida.

Su posición era erguida y vertical. La membrana de sus alas permitía cierta libertad a sus miembros anteriores, los que podían actuar como "manos" utilizadas a modo de herramientas para el trabajo.

Y hasta por último, en esa nueva especie se destacaban dos diferentes métodos de progresión, la marcha y el vuelo.

Pero todo inútil, ya que en su nueva condición, esas especies conservaban su limitada mente reptiliana.

La evolución sacrificó su cerebro a sus alas y a su pico, englobando sus brazos, sus muñecas, y sus dedos, en la membrana de sus alas adaptadas para el vuelo, y así apartándose del camino trazado por la línea evolutiva de los mamíferos, que entonces comenzaban a moverse humildemente por el mundo.

En la nueva realidad, en el nuevo entorno viviente, a medida que las nuevas formas de vida se desarrollaban, las de los reptiles declinaban en número y diversidad.

Si un hipotético ser inteligente y observador y longevo, que podríamos imaginar contemplando la formación del planeta y el desarrollo de la vida, hubiese evaluado el cuadro que la escena del mundo presentaba en aquellos tiempos, apenas habría dudado cuál sería el grupo que por último alcanzaría el triunfo.

Pero el tiempo, con la progresiva especialización de los seres vivos, fue dibujando los inesperados resultados finales.

Los "peces acorazados" con sus óseas armaduras, dejaron el campo a las formas menos especializadas, a tipos más ágiles y con una protección menos pesada.

David así obtenía un triunfo inesperado sobre Goliat.

Bien hace el elefante cuando manifiesta tener miedo del ratón. Los seres ágiles y pequeños tienen muchas veces comportamientos imprevisibles, y en muchas situaciones son difíciles de doblegar.


Los reptiles fracasaron en casi todas las direcciones evolutivas, incluso en la del tamaño, habiendo llegado en un determinado período a ser muy escasos. Y no pudiendo adaptarse a los cambios en las condiciones físicas, comenzaron en un determinado momento su retroceso evolutivo, obviamente dejando claro está cierta descendencia, aunque con un aspecto menos imponente que el de los grandes saurios; nos referimos por ejemplo a los cocodrilos.


Las formas de vida ya extinguidas y las que son contemporáneas, nos sorprenden a poco que las analizamos y las conocemos, no solamente por su gran diversidad, sino también porque al menos algunos seres vivientes parecen salidos de las fértiles y fantasmales páginas de la mitología griega; recuérdese por ejemplo a Quimera, hija de Tifón y de Equidna, monstruo femenino que vomitaba llamas, y que según las creencias tenía cabeza de león, vientre de cabra, y cola de dragón.


Proseguiremos con este apasionante tema y con nuestros particulares enfoques en próximos artículos. Para atraer la atención de los lectores, también conviene poner un poco de suspenso, como en las telenovelas, o como en las películas policiales.



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1 - Los animales

2 - Equidna


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5 - Carl Sagan: Evolución


6 - David y Goliat

Israel es gobernada por el Rey Saul, pero los filisteos se unen para arrebatar a los israelies el Arca de la Alianza. El Rey de Israel acude al profeta Samuel, quien se asegura que su sucesor será un joven pastor llamado David.



CULTUREMAS PARA EL SIGLO XXI, HIPERTEXTOS EDUCATIVOS, SAPIENCIARIO DE DIGIMUNDO

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