viernes, 14 de agosto de 2015

Los Dinosaurios y su extinción: El asteroide sólo dio el golpe de gracia, pero el descenso en el nivel de los mares, fue la verdadera causa de su desaparición




NUEVAS IDEAS SOBRE UN INTERROGANTE PALEONTOLÓGICO QUE AÚN HOY DÍA DIVIDE A LOS ESPECIALISTAS


El paleontólogo Leonard Ginsburg es profesor del Museo de Historia Natural de Francia, y publicó su primera tesis sobre la extinción de los dinosaurios hace más de 30 años.

El científico considera que su argumento básico de que un descenso gradual en los niveles del mar a nivel mundial, llevaron a cambios climáticos desastrosos para los enormes reptiles sigue siendo buena, pero otras teorías más llamativas han atraído la imaginación del gran público. 

La principal oposición a su enfoque, es la teoría estadounidense que asegura que los dinosaurios desaparecieron de faz de la Tierra, a consecuencia de que un enorme asteroide se estrelló sobre el planeta con una potencia superior a 5.000 millones de veces a la de la bomba nuclear que destruyó Hiroshima.  "Eso es ridículo", dijo Ginsburg.

Es obvio que los dinosaurios murieron en un espacio de millones de años , y no en un acontecimiento cataclísmico. El problema es que a los estadounidenses les encantan los escenarios de desastre, y mi idea no ha sido lo suficientemente espectacular.

De manera curiosa, asegura Ginsburg, las pruebas  más sólidas de que los dinosaurios fueron desapareciendo gradualmente, en lugar de ser borrados de la faz de la tierra por el meteoro gigante, se encuentran en Estados Unidos, en excavaciones de fósiles del estado de Montana. 

Dichas excavaciones han demostrado que hace 75 millones de años hubo 30 especies de reptiles gigantes que vivieron en el área.  Cinco millones de años después, había apenas 23 y en dos millones de años, el número disminuyó a 18 y así sucesivamente, hasta el final del período Cretácico, cuando todos los dinosaurios desaparecieron.

Pocas personas saben que la historia del planeta está marcada por una serie de períodos misteriosos de extinciones en masa, donde familias de animales desaparecieron para siempre.

Además de la extinción al final del Cretácico, otras   "grandes matanzas" ocurrieron al final de los períodos conocidos como Permiano (hace 245 millones de años), Devoniano (360  millones de años), Ordoviciano (438 millones de años) y Cambriano ( 510 millones de años ) 
.
Ginsburg considera que un elemento común probablemente ligado a todos estos acontecimientos lo configura el movimiento marítimo causado por cambios en las  capas polares o por cambios en la corteza terrestre. 

Cada gran división en la escala del tiempo geológico comienza con el desborde del mar en tierras secas, acompañada por la aparición de nueva fauna, y finaliza cuando el mar se retira y causa una pérdida masiva de vida. 

Lo que es sorprendente sobre el descenso del mar durante el final del Cretáceo, fue la escala en que bajó el nivel de las aguas. 

El agua solía cubrir una gran parte de Europa, todo el norte de África, el Sahara, Oriente Medio y una gran porción del noroeste de Sudamérica. 

Entonces los mares regresaron poco a poco a su nivel original, principalmente en Europa, donde las aguas se retiraron miles de kilómetros, para finalizar cerca de sus costas actuales. 

Este gran cambio aniquiló al 80 %  de la vida sobre la Tierra, al matar no sólo a los dinosaurios, sino a una gran cantidad de especies aéreas y marinas.

Una de las víctimas marítimas más famosas fueron las amonitas , esos hermosos moluscos espirales tan buscados por los cazadores de fósiles y que sobrevivieron durante 300 millones de años, antes de sucumbir a la extinción, luego de que su riquísimo hábitat de aguas profundas desapareció.

Sin embargo, ¿por qué los dinosaurios que habitaban en la tierra, se vieron afectados por el retiro del mar?

Al quedar expuestas mayores porciones de tierra,el clima mundial también se transformó.
El clima tropical previo se convirtió en continental, lo que generó mayores diferencias entre el invierno y el verano y entre la noche y el día.
Los dinosaurios, simplemente no pudieron enfrentarlo, según Ginsburg.

Para demostrar su sensibilidad a la temperatura, Ginsburg mencionó al lagarto, que logró sobrevivir a la edad cretácica. 

Las pruebas han demostrado que los huevos de los lagartos americanos machos, se incuban entre 32 y 34 grados Celsius, mientras que los de las hembras se incuban enre los 28 y 30  grados Celcius. 

Si esa pequeña diferencia de temperaturas es suficiente para lograr que ningún lagarto macho nazca, el descenso de aproximadamente ocho grados Celsius visto en el período Cretácico Tardío, fue seguramente suficiente para eliminar a todo el grupo de reptiles, especialmente a los dinosaurios, afirma este experto. 

Los animales de sangre caliente, como los mamíferos y las aves, pudieron sobrevivir a las temperaturas más frías. Los reptiles, que son de sangre fría y son muy susceptibles a la temperatura de su entorno, lucharon para adaptarse y muchos de ellos perecieron.

Los dinosaurios eran  como buques - cisterna de petróleo. Necesitaban  mucho tiempo para cambiar de rumbo y finalmente, no lo consiguieron, señala Ginsburg. 

Una gran cantidad de teorías han surgido en los últimos años para tratar de explicar uno de los misterios más antiguos de la ciencia. 

Una afirma que los dinosaurios llegaron a un punto de saturación en su proceso de evolución, pues sus cerebros eran demasiado pequeños para los enormes cuerpos que tenían. 

Otra, sostiene que una intensa actividad volcánica en el subcontinente indio, proyectó una gran cantidad de cenizas  y gases tóxicos a la atmósfera, que la enturbió y la envenenó, bloqueando la luz solar.

Una curiosa hipótesis señala que la desaparición de los dinosaurios fue una muerte en un jardín florido:  las nuevas plantas con flor, habrían favorecido la aparición de innumerables insectos y mariposas gigantes, cuyas orugas devoraron la mayor parte de las hojas, dejando a los grandes reptiles sin alimento, y los carnívoros perecieron por falta de presas. 

Caída de asteroides, lluvias meteoríticas, impactos cometarios, nubes radiactivas, explosiones supernovas, y numerosas teorías más han sido expuestas en los medios científicos. 

Ninguno de los autores ha criticado, discutido o siquiera mencionado mi teoría, comentó Ginsburg.
"Supongo que todo lo que no haya sido escrito en inglés es desestimado" comentó.
Algo para  meditar,  ¿verdad?

Esperando que este artículo sea del agrado de los estimados lectores, Brunetto se despide con un inconmensurable abrazo.

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Agradecimiento y cierre:

Destacamos la invaluable colaboración de los ingenieros Juan Carlos Anselmi Elissalde y Aulo Fernando García Texeira en las ilustraciones que engalanan este artículo.

Se aclara además que todos los artículos de este sitio digital de autoría del suscrito Carlos Brunetto, tienen por objetivo principal el empoderamiento de las actividades educativas y de divulgación cultural, así que un importante esfuerzo ha sido hecho para presentar conceptos, descubrimientos, teorías, y conclusiones técnicas y socio-políticas, sin utilizar un rebuscado vocabulario propio de especialistas, y tratando de presentar las ideas con el mayor rigor posible aunque siempre buscando sencillez y fácil comprensión.
Esperando que este contenido haya sido de utilidad y agrado para los benévolos ciberlectores, como es habitual Brunetto se despide de todos con un fuerte abrazo, y hasta la próxima entrega.

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